Las empresas conscientes toman ese concepto y lo elevan agregando una mayor capa de auto observación y mirando su evolución constante, van reconociendo la generación de valor compartido como una forma sostenible de lograr sus objetivos como negocio y generando la confianza de la sociedad.

Una empresa consciente intentará garantizar que la existencia de la empresa en su conjunto sea un beneficio neto para la sociedad. Para esto, la empresa deberá ser consciente de las consecuencias para la sociedad. La empresa deberá asegurarse de no afectar negativamente a ninguna persona o grupo en particular en la sociedad y también deberá asegurarse de no depender de ningún individuo o grupo en particular para continuar existiendo.

La empresa que asume la responsabilidad por la persona y el planeta suele tener valores que promueven prácticas sostenibles. Está motivada a tener un impacto positivo en su área y, por lo general, esto es el resultado de que los líderes empresariales y empleados trabajen y colaboren juntos. Entonces, tal vez no sea una gran sorpresa que estas empresas se estén desempeñando mejor que sus competidores y esta forma sea clave para permanecer en el tiempo.

¿Qué se entiende por empresa?

En general, una empresa se puede definir como una unidad formada por un grupo de personas, bienes materiales y financieros, con el objetivo de producir algo o prestar un servicio que cubra una necesidad y por el que se obtengan beneficios.

¿Qué tan conscientes son las empresas?

Por lo que cuando hablamos de beneficios en las empresas, estos requieren ser mirados desde una mirada integral: social, económida y ambiental.

Lo más probable es que haya llegado a conocer el dicho «resultado final», que es solo una cifra debajo de la línea final en una hoja de contabilidad que muestra ganancias y pérdidas. El aumento de las ganancias es, por supuesto, un objetivo fundamental de la mayoría de las empresas, y no hay nada de malo en ello, es por esto, que perseguir ganancias sin cesar puede ser perjudicial para la sociedad, por lo que las empresas conscientes se suscriben a lo que se conoce como el modelo de triple resultado final para medir el éxito. Es importante que las empresas sean rentables, conscientes del medio ambiente y en buena reputación con el público.

En la actualidad si una empresa está en números negros en lo ético, lo social y lo ambiental, es probable que esté condenada al fracaso.
La empresa consciente reconoce que su sentido es: el beneficio y bienestar de la persona.

El modelo de triple resultado mide el éxito centrándose en las siguientes tres áreas:

  • Rentabilidad práctica
  • Políticas ambientalmentes racionales
  • Soporte comunitario

La búsqueda de ganancias legítimas al tiempo que busca un impacto positivo en su entorno distingue a un negocio consciente. Sabedor que la mejor manera de alcanzar el éxito es actuando de forma responsable por sus decisiones, buscando maximizar el impacto positivo frente sus stakeholders, la sociedad y el medioambiente.

Las empresas conscientes buscan soluciones innovadoras para los desafíos que enfrentan. Los negocios conscientes están impulsados por el deseo de crear valor compartido, que se basa en la idea de que “crear valor y compartirlo es un trabajo para toda la sociedad”.

Este concepto nace del reconocimiento de que las empresas pueden contribuir a la sociedad mediante la creación de empleos, el desarrollo de nuevas tecnologías e innovaciones y la consideración de cuestiones sociales como el cambio de políticas públicas.

La empresa consciente reconoce que se le debe y que su sentido último es el beneficio y bienestar de la persona. Significa cualquier cosa que beneficie a las comunidades donde opera y tiene influencia. Pero esto, por supuesto, va más allá del beneficio para tus clientes o consumidores, abarca también el cuidado y desarrollo de sus colaboradores. Significa un salario justo, seguridad laboral y un ambiente de trabajo saludable.

Tanto los intentos a gran escala de mejorar la sociedad, incluido el uso de materiales de comercio justo y un mayor escrutinio de los socios en diferentes puntos de la cadena de suministro, como los programas más específicos para la inversión directa en el alcance comunitario, se han convertido en tendencias populares entre las empresas socialmente conscientes.

La actividad empresarial tiene también un impacto en el planeta. Las empresas con conciencia tratan de minimizar su impacto negativo sobre el medio ambiente, al igual que intentan minimizar su impacto sobre las personas. Esto todavía está en sintonía con la persona, después de todo, un planeta saludable es vital para la gente del mañana.

Afortunadamente, en los últimos años, el desempeño ambiental de la empresa se ha vuelto no solo más responsable, sino también más rentable. Con una sociedad más informada y preocupada por los posibles daños que la actividad empresarial descontrolada puede causar al planeta, las empresas responsables han sabido utilizar su compromiso y comportamiento sostenible como ventaja competitiva.

La conciencia de los problemas ambientales está más presente que nunca hoy en día, y la gente ha estado buscando formas de disminuir el impacto en nuestro medio ambiente. Sin duda, de toda actividad humana, una cosa es que la principal fuente de impacto es la actividad productiva, es decir, la que realizan las empresas.

La sostenibilidad ha captado la atención de gran parte del mundo empresarial en los últimos años. Esta tendencia de la responsabilidad social responde a una cada vez más amplia consciencia en la sociedad del gran problema y desafío que representa el impacto de la actividad humana sobre nuestro planeta, su clima y sus recursos. Lo que no es menor, si reflexionamos que la empresa juega un papel preponderante como promotora del desarrollo y de la actividad económica.

De ahí, una expectativa y demanda natural de la sociedad de contar con empresas que consideren su impacto ambiental y social y que no se limiten al uso y agotamiento de los recursos para maximizar las ganancias a corto plazo.

Las encuestas muestran que un número creciente de empresas están tomando nota de estos cambios y han llegado a considerar que las estrategias relacionadas con la sostenibilidad son necesarias para ser competitivas.

Las empresas altamente sostenibles son aquellas que no solo remedian los efectos que se derivan de su actividad, sino que también trabajan para prevenir los efectos de forma proactiva y voluntaria. Se anticipan a estos impactos haciendo todo lo posible por neutralizarlos o incluso generar un impacto positivo que supere el aprovechamiento de los recursos utilizados para su actividad.

Cada vez más empresas se están encargando de marcar el ritmo, elevando unilateralmente sus estándares, excediendo las exigencias regulatorias y explorando cómo el desempeño ambiental, social y de gobierno puede contribuir a un buen desempeño financiero. Incorporando a la fórmula tanto los retos medioambientales como la innovación sostenible, la empresa busca más y mejores formas de producción, industrialización, envasado, comercialización y reutilización de sus productos y servicios, entre otros.

La responsabilidad ambiental y social es importante para cualquier empresa que quiera ser sostenible y exitosa a largo plazo. Sin embargo, no todas las empresas son conscientes de su impacto en el planeta ni tienen un propósito claro.

Recomendamos

Libro La Empresa Consciente: Como Construir Valor a Través de Valores / Fredy Kofman